El término de la obra literaria La lección de August, es un final feliz. A pesar de todos aquellos problemas y episodios de discriminación, Auggie logra salir ileso del quinto año de un colegio común y corriente. Si bien es cierto que esta novela exhibe algunas problemáticas muy latentes y crudas a la vez, más allá del odio y la poca empatía, sentimientos que están empobreciendo espiritualmente a nuestra sociedad; el escrito nos ofrece, principalmente, una mirada de esperanza. Es decir, el testimonio de un niño y de quienes lo rodean, los cuales, a través del análisis de su realidad, nos permiten creer en la esperanza, fortaleza humana y bondad. El vocabulario empleado, su complejidad y estilo, son adecuados para todo tipo de lector mayor de 12 años, ya que es bastante fácil de comprender. No obstante, a pesar de lo anterior y de que  la obra promueva y contenga un trasfondo tan bonito, su extensión y poca variación la transforman, a veces, en una lectura aburrida y bastante común

Si bien existen muchos docentes que ven a Facebook como una distracción en el aula, lo cierto es que puede resultar una herramienta beneficiosa para el trabajo educativo. Por lo mismo, si se usa regularmente para aprender, los estudiantes no sentirán un deseo de usarla inapropiadamente. Algunas actividades en las que puede servir como un puente de aprendizaje son: acceder a información para diversos ámbitos, generación de un debate o discusión sobre un tema determinado, crear un grupo de trabajo en donde se pueda publicar contenido o solucionar preguntas de la asignatura, etc. Por consiguiente, más que una red social perjudicial para los alumnos y la clase, como profesores, podemos revertir esta problemática, tomando en cuenta los siguientes beneficios: 1. Nuestros alumnos usan esta plataforma regularmente, por lo que son unos expertos al momento de manipularla y poseen una motivación e interés por esta misma, así que ¡aprovéchala! 2. Podemos crear una página de estudio que

En el libro Dime de Chambers, se menciona que se hizo la siguiente pregunta a algunos profesores: ¿son críticos los niños? Su respuesta fue no. La razón de aquella tajante afirmación, alude a que, para ellos, hacer crítica es una actividad de adultos, especializada, que tiene que ver con abstracciones, intelectualismo carente de emoción y calculado análisis. Sin embaro, puede afirmarse que todo niño tiene una facultad crítica innata, pues, instintivamente, cuestionan, reportan, comparan y juzgan. Asimismo, cuando hablan de algún libro, película, serie de televisión, deporte, etc., son capaces de criticar al igual que un adulto especializado. La tarea del profesor, por lo tanto, e proporcionar las facilidades necesarias para que los estudiantes expresen sus opiniones, discriminen, comparen, entre otros. El niño es un crítico natural desde edades muy tempranas, por ello no le neguemos la oportunidad de ver y percibir el mundo de forma crítica, descubramos cómo atraer ese conocimient

Es notorio que las pantallas electrónicas se han apoderado de la infancia y adolescencia. Esta problemática se respalda de recientes estudios, evidenciando que más del 50% de los niños de entre 1 a 12 años, pasa más de 4 horas diarias frente a la pantalla del televisor y más de 2 horas en tablets.  Por lo tanto, se desprende que, gran cantidad de los jóvenes, están cada vez más necesitados de utilizar dispositivos tecnológicos para entretenerse.  Es cierto que esta situación despierta alerta y preocupación en la población adulta, sin embargo, son ellos mismo quienes fomentan y facilitan este vicio, creando un círculo vicioso. Por ello, su efecto más notorio es la reducción de la actividad. A estas edades, los niños y jóvenes necesitan moverse, descubrir y relacionarse con su entorno, pues es esta la forma en que conocen el mundo y obtienen un aprendizaje sensorial. No obstante, con la utilización de aparatos electrónicos, lo principal que se desarrolla es la fijación de la vista

Según Chambers, cuando el profesor y los estudiantes están involucrados en la actividad de lectura, aumentan las posibilidades de que ambos pongan atención en interpretar la situación de manera similar. Por lo tanto, la situación comunicativa resulta efectiva, pues los actores pueden interpretar correctamente lo que el otro quiere decir. De esta manera, se puede construir, colaborativamente, una estructura compartida de sentido. Por lo mismo, es importante que cada docente trate de ayudar a que cada alumno converse bien, cuidando y controlando, por sobre todo, la motivación y los efectos que provoca su actuar, discurso y escucha. Ligado a lo anterior, puede identificarse cuatro modos de habla. En primer lugar, hablarse a sí mismo. Es decir, la necesidad de oír decir lo que es solo un pensamiento interno. Decir algo en voz alta puede ayudar a reconocer si se sabe o no lo que se está pensando, aunque a veces implique a un oyente. En segundo lugar, hablarle a otro.  Hace referenc

Introducir un tablet en la sala de clase puede propiciar un ambiente inagotable de recursos didácticos, de creatividad, atención a la mayoría de los estilos de aprendizaje y mayor colaboración entre pares. Aun cuando su utilidad sea innegable, el tablet, por sí mismo, no garantiza un aprendizaje, sino que es el docente el encargado de elegir su uso más adecuado. Por esto, debe manejar este aparato con totalidad. Por lo tanto, algunos de sus beneficios son: su tamaño y peso permite un manejo y traslado ideal; el profesor dirige la actividad desde su tablet y los alumnos siguen el proceso de enseñanza aprendizaje en sus aparatos electrónicos; las aplicaciones son infinitas, por lo cual, se puede elegir y eliminar las que desee el docente; permite captar la atención y la motivación de los estudiantes con mayor facilidad; puede aplicarse filtros de seguridad parental para aumentar la seguridad y bienestar de los alumnos; favorece un aprendizaje más personalizado; fomenta una mayor cre